 Se dice que la profesión de portero es una de las más ingratas del fútbol. Y es verdad, ya que el guardameta es un ser solitario dentro del juego. Viste diferente a sus compañeros, tiene otro tipo de entrenamiento y busca su heroísmo renunciando al gol. En el estadio Juan Azuaga, ha nacido un nuevo “Guardián” que está dejando asombrados a los fieles rojillos y es que trasmite una enorme sensación de seguridad en todo momento. Se llama Pablo Valero y es el portero del alevín del FB Torreño. Es un joven cancerbero que eleva la sobriedad a su máximo exponente. Con alma de líder transmite una inusitada sensación de confianza. Dominador de su área, aúna reflejos, envergadura y buena colocación. Inteligente para interpretar el curso de la jugada, aprovecha bien su ágil cuerpo para reducir el ángulo al atacante en el uno contra uno. Potente en la estirada y con una agilidad felina, realiza paradas inverosímiles. Sin duda, Pablo Valero es un valor al alza y estamos ante una nueva figura emergente del fútbol torreño. Fotos de Juan Ramón.
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